La civilización de los Oweeh, una raza que reside en la intrincada y mística tierra de Tartalia, se mantiene perpetuamente en alerta debido a las amenazas que surgen de las grietas espacio-temporales, consecuencias directas del catastrófico Gran Cataclismo. Entre los horrores que se deslizan a través de estas fracturas dimensionales, los Zulu destacan como criaturas colosales, dotadas de una fuerza física capaz de desgarrar montañas y con un potencial destructivo que puede sumir en el caos no solo a las comunidades Oweeh, sino a todo el mundo circundante.
A pesar de los valientes intentos de varios guerreros por enfrentarse a estos seres abominables mediante el uso de armas legendarias y magias poderosas, los Zulu exhiben una resistencia y regeneración que desafían toda explicación. Su formidable presencia se ve complementada por habilidades psíquicas asombrosas, permitiéndoles flotar en el aire y controlar o atacar a sus presas con una precisión desconcertante. El método de alimentación de los Zulu añade un matiz terrorífico a su naturaleza: utilizan tentáculos para sustraer los recuerdos de los seres vivos, dejándolos como meros cascarones vacíos capaces solo de respirar.
Frente a esta imparable amenaza, los Oweeh han desarrollado una poderosa inmunidad a la habilidad de los Zulu para nutrirse de los recuerdos de los seres vivos, y gracias a su resistencia natural son capaces de enfrentarse a estos monstruos cuerpo a cuerpo. Aunque la valentía de los Oweeh les permite resistir, nunca han logrado cazar un solo ejemplar de Zulu. La estrategia más efectiva para su supervivencia sigue siendo pasar desapercibidos y evitar un enfrentamiento directo con estas aterradoras criaturas, algo que muchas veces no es posible debido a su desmesurado orgullo.
