El Mercader Negro es una figura enigmática que se desplaza con pasos seguros a través de los reinos de End, su presencia siempre inesperada y misteriosa. Ofrece una gama inusual de productos, desde artefactos de épocas olvidadas hasta mercancías aparentemente comunes, a cambio de monedas o elementos de valor. No obstante, su origen, su identidad o incluso la naturaleza de sus viajes rápidos permanecen velados en un manto de misterio.
A lo largo de los anales de la historia, su silueta oscura se ha deslizado sigilosamente en los márgenes de relatos épicos, a menudo desempeñando roles ambiguos. Ha sido testigo y, en ocasiones, actor en eventos de gran importancia, mostrando una neutralidad desconcertante. Tanto héroes como villanos han buscado su ayuda, y en ocasiones, ha extendido su mano, desentrañando su sabiduría u ofertando un producto que podría cambiar el curso de un destino.
El Mercader Negro es un enigma sin resolver, un ser cuyas características fundamentales, desde su raza hasta su edad, sexo e incluso su método de transporte, permanecen envueltos en un velo de incertidumbre. Algunos reinos han tejido narrativas que lo veneran como una divinidad del comercio, una entidad capaz de dotar de fortuna o destreza a aquellos que negocian con él. Otros, en cambio, se mantienen en la periferia de su influencia, temiendo su enigmático poder y la incertidumbre que su sombra proyecta.
Han sido numerosos los intentos por desentrañar sus secretos, desde intentos de secuestro hasta planes para extinguir su existencia, pero el Mercader Negro siempre escapa de las garras de aquellos que buscan comprenderlo. Sus métodos evasivos desafían toda lógica, dejando tras de sí un rastro de incertidumbre y, a veces, un eco de frustración para quienes intentan desentrañar su enigma.
